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Uruguayos / Uruguayans (XLIV) - Carlos Conti [Pintura, Escultura, Técnicas mixtas / Painting, Sculpture, Mixed media]

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Con esta nueva entrevista de Shirley Rebuffo, presentamos las creaciones del artista plástico uruguayo Carlos Conti, quien valiéndose de una variedad de medios expresivos construye composiciones abstractas en base a texturas, colores y símbolos. El resultado es una obra que Conti categoriza en dos grupos coexistentes en el espacio y en el tiempo: "El primero, donde el signo, la textura y/o la línea son protagonistas, y el segundo, donde interactúan el color y las formas."
Texto en inglés al final del post.

With this new interview by Shirley Rebuffo, we present the creations of Uruguayan artist Carlos Conti, who uses a variety of expressive media to build abstract compositions based on textures, colors and symbols. The result is a work that Conti categorizes into two groups coexisting in space and time: "The first, where the sign, texture and/or line are the protagonists, and the second, where color and shapes interact".
English text at the end of the post.
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Juan Carlos Conti
(Montevideo, Uruguay, 1950-)


Juan Carlos Conti es un artista plástico uruguayo nacido en Montevideo el 15 de noviembre de 1950.
Su vocación se manifiesta desde temprana edad. Estudia poco tiempo en la Escuela Nacional de Bellas Artes, ya que la dictadura de la época declaró su cierre. 
Razones laborales lo llevan a residir en la ciudad de Salto, Uruguay. Allí continúa concurriendo a diversos talleres: Dibujo y Pintura con el pintor Daniel Amaral, Teoría del color con el artista Horacio Rosete, y Pintura con el maestro Eduardo Espino y Mariví Ugolino, entre otros. A la vez realiza prácticas, con un fuerte empeño autodidacta, en base a lecturas e investigación de las diferentes técnicas que va adaptando a su interés expresivo.
Realiza exposiciones en Uruguay, Argentina, Brasil y Estados Unidos, y obtiene premios en fotografía y escultura, destacándose dos: el recibido en la VII Bienal de Primavera y el primer premio del Termalismo en Escultura en Salto.

"Sin título / Untitled", acrílico y óleo sobre tela / acrylic and oil on canvas, 100 x 80 cm.

Shirley Rebuffo: ¿Cómo nació tu pasión por el arte?
Carlos Conti: Tengo presente que desde la escuela primaria manifesté un interés especial por todo lo referente al arte, en particular el dibujo y la pintura. 
Recuerdo que lo que más me gustaba era representar en cartulinas las escenas de los acontecimientos históricos que estábamos estudiando, luego se pegaban en las paredes del salón de clase.
Me encantaba dibujar la imagen de Artigas, copiaba detalles de las pinturas de Blanes y siempre me elegían para liderar los trabajos grupales de dibujo, obteniendo en ese sentido muy buenas notas.
A partir de los doce años empecé a hacer mis primeras experiencias con pinturas; me fabricaba óleos con tierras de colores y aceite de linaza, pintaba sobre cartones, y con sábanas viejas improvisaba bastidores en los que reproducía pinturas de Van Gogh, principalmente los autorretratos. 
No recuerdo exactamente cómo, pero en esa época convivían en mi vida las revistas de superhéroes con La Pinacoteca de los Genios, una publicación con excelentes reproducciones que fui coleccionando y de esa manera me comencé a familiarizar con el mundo del arte.
Un día descubrí que casi al lado de mi casa vivía un pintor, escultor y ebanista mallorquino, de apellido Cortez. También tenía allí su taller. Con mis amigos nos sentábamos en un muro de la vereda de enfrente y a través de la ventana lo veíamos trabajar, pero como era mucho mayor que yo, no me atrevía a hablarle, hasta que tuve la oportunidad de presentarme por intermedio de otra persona. Le comente que pintaba y que me interesaba en el arte, y me invitó a visitar su taller. Recuerdo que fue una experiencia increíble. Era un pintor académico de un oficio impecable y por supuesto lo seguí frecuentando en varias oportunidades, donde recibí los primeros consejos, que marcaron mi interrumpido camino hacia lo artístico.

"Sin título / Untitled", óleo sobre tela / oil on canvas, 96 x 130 cm.

SR: Háblanos un poco de tu estilo: ¿qué etapas te han convertido en la artista que eres?
CC: Antes de intentar describir mi obra, dentro de los límites que imponen dos lenguajes diferentes como lo son el verbal y el visual, creo relevante hacerlo no solamente desde lo racional y técnico sino también desde sus aspectos subjetivos.
El análisis y descripción de mi obra debo situarlo dentro del contexto general del arte, ya que ésta, desde su concepción antropológica, es consecuencia de su existencia.
La actividad artística en general está construida por variables relacionadas con lo cultural, lo emocional y con un sentir colectivo más allá de lo racional, como también a coyunturas sociales, políticas y religiosas, e incluso resulta funcional a procesos históricos y de percepción estética. 
Por lo tanto una o más de esas variables predominan en cada artista a la hora de crear, y según a cuál o cuáles es más o menos sensible, definen entre otras cosas las características de su obra.

"Sin título / Untitled", técnica mixta / mixed media, 40 x 50 cm.

«Hubo una etapa en que creí que debía impregnar mi obra con un contenido explícito de compromiso social, asumiendo que ese era el rol a cumplir por todo artista, es decir, poner el arte al servicio de ideas o mensajes gráficos de interés colectivo, luego y definitivamente entendí que el arte se puede abordar desde lo estético, sin prejuicios, porque también, y desde ese lugar, siendo auténtico se pueden generar experiencias visuales que justifican su creación.
En lo personal me vinculo a lo artístico no solamente desde la perspectiva creativa y contemplativa, sino que entiendo fundamental hacer el ejercicio reflexivo que me permita comprender por qué hago lo que hago, así como lo que otros hacen y/o transmiten, identificando lazos de compatibilidad con la relación existente entre las diferentes teorías que surgen del pensamiento filosófico, por eso un gran y esencial complemento es la lectura.»

"Sin título / Untitled"

«Al principio me sentí atraído por lo figurativo, pude ver que tenía bastante facilidad para el dibujo y entonces comencé por ese lado. Fue una etapa que duró poco, no recuerdo exactamente cuánto, pero cuando descubrí a los abstractos me di cuenta que la pintura era eso, que no había necesidad de representar nada real para poder pintar, que la pintura era forma, color, materia y que podía existir por sí misma independientemente de representaciones realistas o simplemente figurativas.
Así fue que seguí por ese camino, experimentando técnicas y materiales diferentes, con periodos donde el Universalismo Constructivo de Torres-García influyó en mi obra. Al principio me regí demasiado por las reglas del Constructivismo, pero como mi formación fue en su mayoría autodidacta, sólo el trabajo, la experimentación y la autocrítica me fueron encaminando hacia una creación menos rígida. Así que empecé a flexibilizar las estructuras compositivas, propias de una evolución conceptual, tratando de realizar obras más libres, aunque conservando en muchas de ellas algunas influencias de la Escuela del Sur.
Me considero un pintor abstracto con una base en el Constructivismo, pero con la mirada puesta en una abstracción pura como objetivo. Es el transitar por un camino, cuya orientación veo revisando retrospectivamente las sucesivas etapas de mi obra.»

"Sin título / Untitled", acrílico y óleo sobre tela / acrylic and oil on canvas, 100 x 80 cm.

SR: ¿Cómo conviertes tu fantasía en arte?, ¿dónde encuentras tu inspiración?
CC: Cualquier cosa que me rodea puede ser un estímulo para generar una idea, procesarla, traducirla a un lenguaje plástico y convertirla en arte. Eso sucede permanentemente en forma inconsciente. Las ideas se van guardando en algún lugar de la memoria, y a la hora de crear, surgen.
Por otra parte miro mucha pintura, y la influencia que me genera un determinado color o una forma me abre caminos que muchas veces me conducen a nuevas experiencias visuales. 
Parte de la tarea del artista es nutrirse de todo lo que ve y metabolizarlo en un insumo para su creación. Entiendo que existe un relacionamiento dinámico entre el espacio que nos rodea y el arte, creando una relación dialéctica donde el lenguaje plástico da una respuesta, reflejando lo no visible de ese espacio. Sin perjuicio de lo cual existen mecanismos de asociación interculturales, que vinculan a los diferentes estadios de la humanidad por aspectos ontológicos y metafísicos que los permean. 
Siento que ese fenómeno se produce en diferentes escalas y puedo percibirlo por ejemplo en el curso de mi proceso creativo.

"Sin título / Untitled", acrílico y óleo sobre tela / acrylic and oil on canvas, 70 x 89 cm.

«Mi obra se desarrolla básicamente en dos grupos, que conviven en espacio y tiempo, por pertenecer a dos etapas separadas cronológicamente pero complementarias. El primero, donde el signo, la textura o la línea son protagonistas, y el segundo donde interactúan el color y las formas.
En el primer grupo, estos símbolos notoriamente universales trascienden puramente lo formal y lo plástico, abriendo múltiples posibilidades de interpretación. A este carácter fuertemente simbólico pretendo enriquecerlo con texturas y colores que creen un clima sutilmente atemporal, estableciendo desde su perspectiva gráfica un diálogo entre línea y color que se apodere del ritmo visual. 
En el segundo grupo de obras el énfasis está puesto en las formas que evolucionan y cambian definidas por los planos de color cercanos a los de la tierra y aquellos que predominan en las culturas primitivas.
En cuanto a la estructura compositiva, parte en algunos casos del Constructivismo, pero donde la ausencia de referencias, reales o anecdóticas, marcaron desde mis primeras obras un camino que pretendió darle al lenguaje plástico una absoluta autonomía, despojada de mensajes explícitos, permitiendo que el color, las formas y las texturas se expresen por sí mismas.»

"Sin título / Untitled", madera con base de cemento / wood on cement base, 160 x 70 x 30 cm.

«Con las maderas ocurre lo mismo: respetando sus características naturales o pigmentadas, y en algunos casos combinadas con metal, piedra o cemento, aluden claramente a lo primitivo reivindicando perfiles estéticos ancestrales, haciendo referencia a la permeabilidad de las sucesivas capas culturales en su evolución cronológica.
Es en este punto donde se manifiesta lo desarrollado anteriormente. Yo creo que el uso de recursos gráficos y pictóricos primitivos tiene el mismo origen genético que el placer que nos produce contemplar y calefaccionarnos con el fuego de una estufa a leña, y cocinar en una parrilla, a pesar de contar con recursos tecnológicos mucho más avanzados.
Es algo que proviene de nuestros orígenes como especie humana y está grabado de manera indeleble en nuestros genes por pertenecer a las acciones más básicas de la supervivencia.
Pretendo que mi obra se muestre abierta, estableciendo una relación dialéctica con el espectador que será quien la complete en su proceso individual, viviendo una experiencia emocional y estética.»

"Sin título / Untitled", acrílico en técnica mixta / acrylic on mixed media, 40 x 50 cm.

SR: Tus obras reflejan un relacionamiento espacial preciso. ¿Es legado de tus maestros?
CC: Como decía anteriormente he sido prácticamente autodidacta así que puedo considerar mis maestros a una gran cantidad de artistas, desde los clásicos hasta los contemporáneos, que sin duda me han dejado una enseñanza al estudiar sus obras y considero que el legado es la acumulación los pequeños aportes que sucesivamente pude ir incorporando a lo largo del tiempo. 
En ese contexto lógicamente hay artistas cuya obra ha generado en mí una mayor influencia, por ejemplo, Alberto Delmonte. Cuando conocí su obra me impresionó porque fue como tener frente a mí terminado algo en lo que yo estaba trabajando hacia tiempo.
Encontrar la coherencia y unidad entre las obras, manteniendo esa referencia de una estética relacionada a las culturas precolombinas, amerindias y abordarlas con un lenguaje propio, era una lucha en la que estaba abocado.
Eso era lo que estaba buscando y allí estaba, resuelto maravillosamente por Delmonte, por ello me generó un conflicto porque la solución le pertenecía al maestro, era su lenguaje, así que a partir de ahí traté de incorporar cambios, pero con marcadas influencias. Sobrellevar el hecho de querer continuar por un camino, pero a su vez tratando de despojarme de una influencia tan fuerte, me llevó a incursionar en una nueva etapa y derivar en lo que hago actualmente.

"Sin título / Untitled"

SR: ¿Existe alguna relación entre la elección de tu paleta cromática y ciertas emociones o idiosincrasias?
CC: El predominio en mi paleta de los colores cálidos asociados a la tierra tiene que ver con cómo estos se adaptan a la representación de imágenes donde intervienen símbolos propios de culturas amerindias; el uso de esgrafiados y el tipo de estructuras compositivas conducen a una percepción subjetiva en ese sentido. Por lo menos es lo que intento lograr. Más allá del aspecto racional en el uso de esa paleta, sin duda lo emocional tiene un rol fundamental porque siento que son colores que se imponen al momento de pintar, y las experiencias con tonos fríos debilitan el objetivo.

"Sin título / Untitled", acrílico / acrylic, 64 x 74 cm.

SR: ¿Qué técnica usas para elaborar tus trabajos?
CC: En los comienzos utilizaba el óleo de manera académica, luego empecé a utilizarlo más libremente y, a medida que fui conociendo su comportamiento sobre los diferentes soportes, trabajé alternando entre texturas y transparencias. De los pinceles pasé a las espátulas y del óleo al acrílico.
Posteriormente comencé a utilizar el acrílico como primera base de color por su rápido secado para luego aplicar el óleo como veladura o empastado, con pincel o espátula, pero permitiendo mediante espacios o esgrafiados que se vea el color de abajo.
Actualmente estoy combinando esta técnica con el collage, utilizando generalmente papeles que yo pinto, recorto y pego. Creo que el uso de diferentes elementos a la hora de componer es ilimitado y en esa incorporación estoy trabajando.

"Sin título / Untitled"

SR: ¿Cuánto hay de pensado y cuánto de espontáneo en tus obras?
CC: No es fácil expresarlo en términos cuantitativos, pero mis obras surgen de un proyecto elaborado racional e intelectualmente, que funciona como punto de partida, una referencia, para luego entrar en una etapa que es la que más me interesa, cuando a partir de la contemplación comienza un diálogo donde la obra me sugiere intervenciones que muchas veces derivan la idea original hacia lugares inesperados. Si bien es cierto que de ese proceso surgen cosas que solo pueden pasar dentro de esa dinámica y con resultados satisfactorios, también pasa que termino descartando la obra porque está lejos de mis expectativas. Podría decir que mis obras tienen muy poco de espontáneas, las definiría como obras planificadas pero sujetas a modificación constante. Picasso dijo una vez “una obra es la suma de todas sus destrucciones”.

"Sin título / Untitled", acrílico en técnica mixta / acrylic on mixed media, 30 x 30 cm.

SR: ¿Cuánto hay de independencia en cada obra entre sí y cuánta relación existe entre la anterior y la siguiente?
CC: Creo que hay más independencia de la que quisiera. Al preparar alguna muestra mi preocupación se centró siempre en mantener un hilo conductor que permitiera realizar una lectura coherente y que las obras dialogaran entre sí en sintonía común. No creo haber logrado ese objetivo en todos los casos: si bien existen conexiones desde lo estético, no hay además un orden temático que las vincule consolidándolas como una serie.
Suele suceder que incluso en una misma obra, si no la termino en un plazo relativamente breve, cuando la retomo ya tengo otra idea que me induce a introducir modificaciones que no siempre tienen un buen resultado.
Siento que genero muchas más ideas que las concretadas en las obras, por esa razón las que me parecen con más posibilidades las anoto en una libreta y es interesante ver cómo, con el paso del tiempo, algunas las rescato con interés y otras me parecen totalmente descartables. 
De todos modos antes de encarar una nueva obra observo detenidamente lo realizado antes y rescato referencias que rompen con la presión que me genera enfrentarme al lienzo en blanco.

"Sin título / Untitled", técnica mixta / mixed media, 60 x 50 cm.

SR: ¿Qué valores estéticos crees que aportan los símbolos que incluyes en algunas de tus pinturas?
CC: Debemos partir de la base que todo lo que ponemos en una obra, ya sea en forma gestual o planificado, e incluso si aparece accidentalmente y dejamos que permanezca, ya sea una mancha, línea o simplemente imperfecciones en la textura, es porque entendemos que aporta a la estética de la obra.
En particular los símbolos se justifican por diversas razones. En primer lugar, y desde lo racional, son puntos de atención sobre el plano, generalmente son cruces, flechas y puntos que dirigen al espectador en su secuencia de lectura, porque interpretamos universalmente cual signo indica detenerse y cual avanzar y en qué sentido, generando tensiones en la obra. También, y por sus características, deberán inducir al espectador a conectarse con referencias internas completando su propia lectura personal de la obra. Pero además tienen un sentido puramente plástico.

"Sin título / Untitled", técnica mixta / mixed media, 40 x 50 cm.

SR: ¿Cuánto pesa en ti haber vivido en Salto?
CC: El haber vivido en Salto tiene un gran peso porque representa una extensa parte de mi vida, con sus aspectos muy buenos y otros no tanto. 
En el año 1982 me fui a vivir a Salto por razones laborales, en una etapa en la que entre trabajo y estudio estaba alejado de toda actividad artística, situación que se prolongó durante mis primeros cuatro años en esa ciudad. 
Luego lentamente la vocación fue ganando espacios, y yo fui tratando de integrarme en un Salto que supo tener un pasado muy rico culturalmente pero lamentablemente ya no era el mismo. 
Fui cofundador de APLAS (Asociación de Artistas Plásticos Salteños) y durante mi estadía en Salto me mantuve cercano, con una participación activa solamente en sus primeros tiempos, pero sin perder el vínculo. Mi actividad artística siempre he preferido realizarla en soledad.

"Sin título / Untitled"

«Cuando el pintor Daniel Amaral regresó de París, luego de ganar la beca Paul Cézanne, y se radicó en Salto, comencé a asistir a su taller, y a pesar del breve tiempo que concurrí a clase fue suficiente para conectarme de otra manera con la pintura. Las cosas que aprendí, desde lo técnico a lo conceptual, me abrieron un camino que comencé a transitar solo, que era la manera como mejor me sentía. De todas formas iba a su taller donde teníamos informalmente largas charlas sobre arte que por supuesto mucho me aportaron.
Luego comenzaron a ir a Salto, por el Ministerio de Educación y Cultura, algunos docentes que dictaban clases en La Casa de la Cultura. Allí conocí a Marivi Ugolino y a Eduardo Espino.
También mi pasaje por esos talleres fue muy breve, pero con Eduardo tengo una amistad desde hace más o menos treinta años, que se ha mantenido hasta el día de hoy.»

"Sin título / Untitled"

«Nunca me sentí totalmente integrado a Salto y siempre consideré que mi vida allí me apartaba de la intensa actividad cultural de Montevideo, pero paradójicamente fueron mis años más productivos. Trabajaba con regularidad y disciplina, realicé desde allí varias exposiciones individuales y colectivas, además de ganar premios, entre ellos el de la bienal de primavera que se realizaba en Salto, y además realicé tareas docentes e incursioné en la fotografía. 
Afortunadamente para mí, la empresa donde trabajaba resolvió crear un museo con espacio para la arqueología, tecnología, historia y artes plásticas. Por supuesto logré trasladarme a ese lugar y fue un cambio radical, porque comencé a realizar trabajos de curaduría. Visitaba talleres en la Ciudad de Concordia (Argentina) y Salto, seleccionaba obras, diseñaba catálogos y afiches y montaba las exposiciones, todo en un entorno maravilloso y con una total libertad de acción.
Esto duró cuatro años, hasta que se dio el tan anhelado regreso definitivo a Montevideo, con grandes expectativas, aunque la realidad que me demostró que lo había idealizado demasiado.»

"Sin título / Untitled", técnica mixta sobre fibra / mixed media on board, 40 x 50 cm.

SR: ¿Cómo te pones manos a la obra?, ¿qué tiene que tener sí o sí tu espacio para crear?
CC: El espacio de trabajo debe cumplir para mí dos roles muy importantes: por una parte el práctico y funcional, y por otra que sea capaz de generar un clima de intimidad en un entorno rodeado de elementos propios de un taller de pintura.
Con respecto a lo primero me refiero a que en lo posible las dimensiones del espacio no representen una limitación a la hora de crear, así como otras características físicas que hagan viable la posibilidad de hacer escultura además de pintura. La escultura requiere de un espacio bien ventilado, con facilidad de acceso a la limpieza y acústicamente controlable. 
Con respecto a lo segundo me resulta muy importante contar con una accesibilidad fácil a todos los materiales, buena iluminación, poder tener a la vista fundamentalmente las obras más recientes como referencia y además pintar escuchando música clásica.

"Sin título / Untitled"

«Durante mi estadía en Salto tuve varios talleres, incluso uno de ellos que es un gran galpón reciclado que aún conservo cerrado, donde guardo algunas esculturas, era un lugar muy adecuado para ese trabajo.
Otro en el icónico Hotel Concordia, donde desempeñaba tareas docentes.
Hoy acá en Montevideo vivo en un edificio de apartamentos donde destiné para taller el área de servicio. No es muy grande, pero para pintar cumple con todos los requisitos, no así para la escultura.
El taller en casa tiene para mí un rol positivo, porque entro y salgo muchas veces al día, me siento, miro lo que estoy pintando, acomodo algo y me voy, pero en un momento me atrapa y me pongo a trabajar.»

"Sin título / Untitled", óleo sobre tela / oil on canvas, 65 x 88 cm.
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Sobre los artistas citados / About the mentioned artists:

Blanes, Juan Manuel[Uruguayos (X)], [Aniversarios (XX)], [Uruguayos (XXVI)]
Torres-García, Joaquín:
van Gogh, Vincent: [Todos los enlaces / All links] 

Más sobre / More about Carlos Conti: Instagramfacebook, Junarte

¡Muchas gracias por la entrevista y las imágenes, Carlos! /
Thanks a lot for the interview and images, Carlos!
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Shirley Rebuffo es Licenciada en Bibliotecología y Archivología por la Escuela Universitaria de Bibliotecología y Ciencias Afines (Montevideo, Uruguay), Técnica en Museología por la Facultad de Humanidades y Ciencias (opción de Antropología), Objeto, símbolo y espacio en Curaduría. Museología Aplicada y Museología Social – Conceptos, técnicas e prácticas (Campo Grande, BR), Coaching (Campo Grande, BR), Planeamiento Estratégico (Campo Grande, BR) y estudiante de arte y pintura con el maestro Eduardo Espino.

Shirley Rebuffo has a Degree in Library Science and a Degree in Archivology by the Universitary School of Library and Related Sciences (Montevideo, Uruguay), Technician in Museology by the Faculty of Humanities and Sciences (Anthropology option), Object, Symbol and Spance in Curatorship Applied Museology and Social Museology - Concepts, Technics and Practice (Campo Grande, Brazil), Coaching (Campo Grande, Brazil), Strategic Planning (Campo Grande, Brazil), and Art and Painting student under Master Eduardo Espino.
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Todos los posts de la Serie "Uruguayos" / All posts in Uruguayans Series

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XXIXXIIXXIIIXXIVXXVXXVIXXVIIXXVIIIXXIXXXX
XXXIXXXIIXXXIIIXXXIVXXXV-1XXXV-2XXXV-3XXXVIXXXVIIXXXVIIIXXXIXXL-1XL-2XL-3
XLIXLII, XLIII-1, XLIII-2
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Texto en inglés / Text in English

Juan Carlos Conti is a Uruguayan visual artist born in Montevideo on November 15, 1950.
His vocation is evident from an early age. He studied for a short time at the National School of Fine Arts, since the dictatorship of the time declared its closure. 
Work reasons lead him to reside in the city of Salto, Uruguay. There he continues to attend various workshops: Drawing and Painting with the painter Daniel Amaral, Color Theory with the artist Horacio Rosete, and Painting with the master Eduardo Espino and Mariví Ugolino, among others. At the same time, he practices, with a strong self-taught commitment, based on readings and research of the different techniques that he adapts to his expressive interest.
He carries out exhibitions in Uruguay, Argentina, Brazil and United States, and obtains prizes in photography and sculpture, standing out two: the one received in the VII Biennial of Spring and the first prize of the Thermalism in Sculpture in Salto.

Shirley Rebuffo: How was your passion for art born?
Carlos Conti: I am aware that since elementary school I have shown a special interest in everything related to art, particularly drawing and painting. 
I remember that what I liked most was to represent on cardboard the scenes of the historical events we were studying, then stick them on the walls of the classroom.
I loved to draw Artigas' image, I copied details from Blanes' paintings and I was always chosen to lead the group drawing works, getting very good marks in that sense.
From the age of twelve I began to make my first experiences with paintings; I made oils with colored earth and linseed oil, painted on cardboard, and with old sheets I improvised frames in which I reproduced paintings by Van Gogh, mainly self-portraits. 
I don't remember exactly how, but at that time superhero magazines coexisted in my life with La Pinacoteca de los Genios (The Art Gallery of the Geniuses), a publication with excellent reproductions that I began to collect and that way I began to familiarize myself with the world of art.
One day I discovered that almost next to my house lived a Majorcan painter, sculptor and cabinetmaker, whose last name was Cortez. He also had his workshop there. My friends and I sat on a wall across the street and watched him work through the window, but since he was much older than me, I didn't dare talk to him until I had the opportunity to introduce myself through someone else. I told him that I painted, and that I was interested in art, and he invited me to visit his studio. I remember it was an incredible experience. He was an academic painter of an impeccable craft and of course I continued to frequent him on several occasions, where I received the first advice, which marked my interrupted path towards the artistic.

SR: Tell us a little about your style: what stages have made you the artist you are?
CC: Before trying to describe my work, within the limits imposed by two different languages such as verbal and visual, I think it is relevant to do so not only from the rational and technical but also from its subjective aspects.
The analysis and description of my work must be placed within the general context of art, since it, from its anthropological conception, is a consequence of its existence.
Artistic activity in general is constructed by variables related to the cultural, the emotional, and to a collective feeling beyond the rational, as well as social, political and religious situations, and is even functional to historical processes and aesthetic perception. 
Therefore, one or more of these variables predominate in each artist when it comes to creating, and according to which one(s) is more or less sensitive to, they define, among other things, the characteristics of his work.

«There was a time when I believed that I should impregnate my work with an explicit content of social commitment, assuming that this was the role to be played by every artist, that is, to put art at the service of ideas or graphic messages of collective interest. Then, and definitely, I understood that art can be approached from the aesthetic, without prejudice, because also, and from that place, being authentic, visual experiences can be generated that justify its creation.
Personally, I link myself to the artistic not only from the creative and contemplative perspective, but I also understand that it is fundamental to do the reflective exercise that allows me to understand why I do what I do, as well as what others do and/or transmit, identifying links of compatibility with the existing relationship between the different theories that arise from philosophical thought, that is why a great and essential complement is reading. 
At first I was attracted by the figurative, I could see that I had quite a facility for drawing and then I started on that side. It was a stage that lasted a short time, not I remember exactly how much, but when I discovered the abstracts I realized that that was what painting was, that there was no need to represent anything real in order to paint, that painting was form, color, matter and that it could exist by itself independently of realistic or simply figurative representations.
So I continued along that path, experimenting with different techniques and materials, with periods where Torres-García's Constructive Universalism influenced my work. At first I was too much governed by the rules of Constructivism, but since my training was mostly self-taught, only work, experimentation and self-criticism led me towards a less rigid creation. So I began to make the compositional structures more flexible, which are characteristic of a conceptual evolution, trying to make more free works, although preserving in many of them some influences of the School of the South.
I consider myself an abstract painter with a base in Constructivism, but with my eyes set on pure abstraction as an objective. It is to walk a path, whose orientation I see by reviewing retrospectively the successive stages of my work.»

SR: How do you turn your fantasy into art? Where do you find your inspiration?
CC: Anything around me can be a stimulus to generate an idea, process it, translate it into a plastic language and turn it into art. That happens permanently in an unconscious way. The ideas are stored somewhere in the memory, and when it comes time to create, they emerge.
On the other hand, I look at a lot of paintings, and the influence that a certain color or shape generates in me opens up paths that often lead me to new visual experiences. 
Part of the artist's task is to nourish himself with everything he sees and metabolize it into an input for his creation. I understand that there is a dynamic relationship between the space that surrounds us and art, creating a dialectic relationship where the plastic language gives an answer, reflecting the non visible of that space. However, there are mechanisms of intercultural association, which link the different stages of humanity by ontological and metaphysical aspects that permeate them. 
I feel that this phenomenon is produced on different scales and I can perceive it, for example, in the course of my creative process.

«My work is basically developed in two groups, which coexist in space and time, because they belong to two chronologically separate but complementary stages. The first one, where the sign, the texture or the line are the main characters, and the second one where color and shapes interact.
In the first group, these notoriously universal symbols transcend the purely formal and plastic, opening up multiple possibilities of interpretation. I intend to enrich this strongly symbolic character with textures and colors that create a subtly timeless atmosphere, establishing from its graphic perspective a dialogue between line and color that takes over the visual rhythm. 
In the second group of works the emphasis is on forms that evolve and change defined by color planes close to those of the earth and those that predominate in primitive cultures.
As for the compositional structure, it starts in some cases from Constructivism, but where the absence of references, real or anecdotal, marked from my first works a path that sought to give the plastic language an absolute autonomy, stripped of explicit messages, allowing color, shapes and textures to express themselves.»

«The same thing happens with wood works: while respecting their natural or pigmented characteristics, and in some cases combined with metal, stone or cement, they clearly allude to the primitive by claiming ancestral aesthetic profiles, referring to the permeability of the successive cultural layers in their chronological evolution.
It is at this point that what was previously developed is manifested. I believe that the use of primitive graphic and pictorial resources has the same genetic origin as the pleasure we get from contemplating and heating ourselves with the fire of a wood stove, and cooking on a grill, despite having much more advanced technological resources.
It is something that comes from our origins as a human species and is indelibly engraved in our genes because it belongs to the most basic actions of survival.
I intend my work to be open, establishing a dialectic relationship with the spectator who will complete it in his individual process, living an emotional and aesthetic experience.»

SR: Your works reflect a precise spatial relationship. Is this a legacy from your teachers?
CC: As I said before, I've been practically self-taught so I can consider a great number of artists, from the classics to contemporary, which undoubtedly have left me a teaching when studying their works and I consider that the legacy is the accumulation of the small contributions that successively I could to be incorporated over time. 
In that context, there are obviously artists whose work has generated in me a greater influence, for example, Alberto Delmonte. When I knew his work I was impressed because It was like having in front of me finished something that I had been working on for a long time.
Finding coherence and unity among the works, maintaining that reference of an aesthetic related to pre-Columbian and Amerindian cultures and approaching them with a language It was a struggle he was engaged in.
That was what I was looking for and there it was, wonderfully resolved by Delmonte, so it generated a conflict for me because the solution belonged to the master, it was his language, so from there I tried to incorporate changes, but with marked influences. To overcome the fact of wanting to continue on a path, but at the same time trying to get rid of such a strong influence, led me to enter a new stage and derive in what I do now.

SR: Is there a relationship between the choice of your color palette and certain emotions or idiosyncrasies?
CC: The predominance in my palette of warm colors associated with the earth has to do with how they adapt to the representation of images where symbols typical of Amerindian cultures intervene; the use of sgraffito and the type of compositional structures lead to a subjective perception in that sense. At least that is what I try to achieve. Beyond the rational aspect in the use of that palette, without a doubt the emotional has a fundamental role because I feel that they are colors that impose themselves at the moment of painting, and the experiences with cold tones weaken the objective.

SR: What technique do you use to elaborate your works?
CC: In the beginning I used oil in an academic way, then I started to use it more freely and, as I got to know its behavior on the different supports, I worked alternating between textures and transparencies. From the brushes I went to the palette knives, and from oil to acrylic.
Later I began to use the acrylic as a first color base for its rapid drying and then apply the oil as a glaze or paste, with a brush or palette knife, but allowing through spaces or sgraffito to see the color below.
I am currently combining this technique with collage, generally using papers that I paint, cut out and paste. I think that the use of different elements at the time of composing is unlimited and I am working in that incorporation .

SR: How much thought and how much spontaneity is there in your work?
CC: It's not easy to express it in quantitative terms, but my works arise from a rationally and intellectually elaborated project, which works as a starting point, a reference, to then enter a stage that is the one that interests me most, when from contemplation begins a dialogue where the work suggests interventions that often derive the original idea to unexpected places. Although it is true that from this process things arise that can only happen within this dynamic and with I also end up discarding the work because it is far from my expectations. I could say that my works have very little spontaneity, I would define them as planned works but subject to constant modification. Picasso once said "a work is the sum of all its destructions".

SR: How much independence is there in each work and how much relationship exists between the previous one and the next one?
CC: I think there is more independence than I would like. In preparing some exhibitions my concern was always centered on maintaining a common thread that would allow a coherent reading and that the works would dialogue with each other in common. I don't think I have achieved that goal in all cases: although there are connections from the aesthetic, there is also no thematic order that links them, consolidating them as a series.
It often happens that even in the same work, if I do not finish it in a relatively short time, when I take it up again I already have another idea that induces me to introduce modifications that do not always have a good result.
I feel that I generate many more ideas than those specified in the works, for that reason those that seem to me to have more possibilities I write them down in a notebook and it is interesting to see how, as time goes by, some I rescue with interest and others I find totally disposable. 
In any case, before tackling a new work, I carefully observe what has been done before and rescue references that break with the pressure I am under to face the blank canvas.

SR: What aesthetic values do you think the symbols you include in some of your paintings provide?
CC: We have to start from the premise that everything we put into a work, whether it's in a gestural or planned form, and even if it appears accidentally and we let it remain, whether it is a stain, line or simply imperfections in the texture, it is because we understand that it contributes to the aesthetics of the work.
In particular, symbols are justified for various reasons. In the first place, and from the rational, they are points of attention on the plane, generally they are crosses, arrows and points that direct the viewer in their reading sequence, because we universally interpret which sign indicates to stop and which to advance and in which direction, generating tensions in the work. Also, and because of their characteristics, they should induce the spectator to connect with internal references completing his own personal reading of the work. But they also have a purely plastic sense.

SR: How much does it weigh on you to have lived in Salto?
CC: Having lived in Salto has a great weight because it represents an extensive part of my life, with its very good aspects and others not so good. 
In 1982 I went to live in Salto for work reasons, in a stage in which between work and study I was away from all artistic activity, a situation that lasted during my first four years in that city. 
Then slowly the vocation was gaining space, and I was trying to integrate into the city. Salto has a very rich past culturally but unfortunately already was not the same. 
I was co-founder of APLAS (Association of Plastic Artists of Salto) and during my stay in Salto I kept close, with an active participation only in their first times, but without losing the link. My artistic activity has always preferred to be carried out alone.

«When the painter Daniel Amaral returned from Paris, after winning the Paul Cézanne scholarship, and settled in Salto, I began to attend his workshop, and despite the short time I attended class it was enough to connect me in another way to painting. The things I learned, from the technical to the conceptual, opened a path for me that I began to walk alone, which was the way I felt best. Anyway, I went to his studio where we had long informal talks about art that of course gave me a lot.
Then some teachers who taught at the Casa de la Cultura started going to Salto, through the Ministry of Education and Culture. There I met Marivi Ugolino and Eduardo Espino.
My trip to those workshops was also very brief, but I have had a friendship with Eduardo for about thirty years, which has lasted until today.»

«I never felt totally integrated to Salto and I always considered that my life there was separate from the intense cultural activity of Montevideo, but paradoxically they were my most productive years. I worked regularly and with discipline, and from there I had several individual and collective exhibitions, as well as winning prizes, among them the one for the Spring Biennial that was held in Salto. I also did teaching work and made incursions into photography. 
Fortunately for me, the company where I worked decided to create a museum with space for archaeology, technology, history and plastic arts. Of course, I managed to move there and it was a radical change, because I started to do curatorial work. I visited workshops in the city of Concordia (Argentina) and Salto, selected works, designed catalogs and posters and set up the exhibitions, all in a wonderful environment and with total freedom of action.
This lasted four years, until the longed-for definitive return to Montevideo, with great expectations, although the reality showed me that I had idealized it too much.»

SR: How do you get started? What does your space have to have necessarily if you want to create?
CC: For me, the work space must fulfill two very important roles: on the one hand, the practical and functional one, and on the other, it must be capable of generating a climate of intimacy in an environment surrounded by elements typical of a painting workshop.
With respect to the first, I mean that as far as possible the dimensions of the space should not represent a limitation when it comes to creating, as well as other physical characteristics that make it possible to make sculpture in addition to painting. Sculpture requires a well ventilated space, with easy access to cleaning and acoustically controllable. 
With respect to the latter, I find it very important to have easy access to all materials, good lighting, to be able to have the most recent works in view as a reference and also to paint while listening to classical music.

«During my stay in Salto I had several workshops, including one that is a large recycled shed that I still keep closed, where I keep some sculptures, it was a very suitable place for that work.
Another one in the iconic Hotel Concordia, where I was a teacher.
Today, here in Montevideo, I live in an apartment building where I used the service area as a workshop. It's not very big, but it meets all the requirements for painting, but not for sculpture.
The workshop at home has a positive role for me, because I go in and out many times a day, I sit down, look at what I'm painting, arrange something and leave, but in a moment it catches me and I start working.»


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