Hace poco publiqué una selección de trabajos del singular pintor japonés Tetsuya Ishida. A pesar de su corta vida, este artista dejó una colección de potentes imágenes que presentan una cruda visión de la sociedad en la que vivió.
El escritor y filósofo australiano Boris Glikman, de quien también he publicado un par de historias, ha escrito una serie de relatos inspirados en obras de pintores tales como Michael Cheval o Vladimir Kush.
Boris escribió hace un tiempo una historia en forma de diario titulada "El Hallazgo / The Find", y ha compaginado una serie de obras de Ishida con párrafos de este texto, escrito en forma de diario. Las imágenes y los extractos de la historia encarnan una intensa narrativa visual y textual de gran profundidad psicológica. En sus propias palabras:
«Tetsuya Ishida pintó escenas de la vida corriente japonesa, pero con su protagonista (un autorretrato) siempre atrapado en un cuerpo con forma de máquina o tratado como parte de una línea de producción. Las pinturas de Tetsuya Ishida abordan las inquietudes de un individuo a la deriva en un mundo que se vuelve irreconocible a través del crecimiento económico y los avances tecnológicos. Aunque sus pinturas están en gran medida envueltas en el escepticismo, la claustrofobia y la soledad, las obras son, por encima de todo, hermosas; conmovedores autorretratos de un hombre indefenso, a la deriva en un mundo vacío de un significativo contacto con los demás. Encuentro el espíritu de su obra muy cercano al mío propio, en particular a mi historia "El Hallazgo / The Find", de la cual van a continuación extractos junto con pinturas de Tetsuya Ishida. Es casi como si sus pinturas y mi historia estuvieran hechas las unas para la otra.»
Boris ha tenido la amabilidad de permitirme traducir e incluir esta obra conjunta, así que la comparto a continuación.
____________________________________________________________________
I recently published a selection of works by the singular Japanese painter Tetsuya Ishida. Despite his short life, the artist left a collection of powerful images that present a stark vision of the society in which he lived.
The Australian writer and philosopher Boris Glikman, of whom I've published also a couple of texts, has written a series of stories inspired by the works of painters such as Michael Cheval or Vladimir Kush.
Boris wrote some time ago a story, in diary form, entitled "The Find", and has arranged a series of works by Ishida with paragraphs of that story. Images and excerpts of the history embody an intense visual and textual narrative of great psychological depth. In his own words:
«Tetsuya Ishida painted scenes of ordinary Japanese life, but with the protagonist (a self portrait) always trapped in a machine-like body, or treated as part of a production line. The paintings of Tetsuya Ishida address the anxieties of an individual adrift in a world becoming unrecognizable through economic growth and technological advance. Although his paintings are wrapped heavily in skepticism, claustrophia and solitude, the works are above all beautiful, touching self-portaits of a man helplessly adrift in a world lacking in meaningful contact with others. I find the spirit of his work to be very close to my own, in particular my story "The Find" from which excerpts are included below together with Tetsuya Ishida's paintings. It almost seems like his paintings and my story were made for one another.»
Boris was kind enough to allow me to translate and include this joint work, so I share it as follows:
____________________________________________________________________
El Hallazgo / The Find
1
Tantas veces, en esta metrópolis, me ha sido imposible ver una vida que valga la pena. Levantarme, correr al trabajo, correr de regreso a casa. Esta rutina era tan deshumanizadora como cualquier rutina, y yo fui parte de ella durante mucho tiempo. Mi existencia se había reducido a la de un autómata.
So many times in this metropolis, I have failed to see life for what it is worth. Get up; run to work; run back home. This routine was as dehumanizing as any torture, and I was a part of it for a long time. My existence was reduced to that of an automaton.
2
Muy a menudo los sueños de juventud colapsan en un abismo excavado por metas inalcanzadas y ambiciones incumplidas. Unos pocos, al crecer, descubren sus talentos. Otros, sus mediocridades. A mí me ocurrió que mi vida entera hasta el momento presente ha sido una lucha contra la vulgaridad y la banalidad.
So often the dreams of one's youth collapse into a chasm carved out by unrealized aims and unfulfilled ambitions. A few grow up and discover their talents. Others, their mediocrities. It occurred to me that my entire life up until the present moment has been a struggle against ordinariness and triteness.
3
Y tenía miedo. Miedo por ese sentimiento de gris mediocridad que invadía mi auténtico ser. Me penetraba desde todos los ángulos, introduciéndose por todas las grietas de mis exiguas defensas.
And I was frightened. Frightened, for I felt the grey mediocrity invading my very being. There it was penetrating me from all angles, filling in all the cracks exposed by my meager defenses.
4
Sabía (sentía) con una certeza inmisericorde que jamás había experimentado algo así en mi vida, que había sido irreversiblemente cambiado por esta comprensión.
I knew - I felt - with merciless certainty that I had never before experienced in life, that I have been irreversibly changed by this realization.
5
Mientras toda la demás gente de mi edad buscaba socializarse, terminar sus estudios y alcanzar futuros brillantes, yo mismo me enfrentaba a una lucha titánica contra un enemigo del que no podía huir, un enemigo del cual no había lugar donde esconderse.
While all the other people of my age were looking forward to socializing, finishing school and bright futures, I myself now had to face a titanic struggle with an enemy I could not flee from, an enemy from which there was no hiding place.
6
Ahora que lo peor ha pasado, puedo dar un gran suspiro de alivio, porque ya no hay nada a lo que deba temer, nunca más. Sólo aquellos que han visto sus más horribles pesadillas hacerse realidad, pueden haber sentido esa embriagadora sensación de libertad que ahora yo siento.
Now that the worst has happened I can take a big sigh of relief, for I have nothing to be afraid of, anymore. Only those who have had their most terrifying nightmares come true would have tasted this heady sensation of freedom that I am now feeling.
7
Ayer pasé la mayor parte del tiempo en la cama. No tenía ganas de levantarme, y tan sólo estaba allí, acostado analizando el pasado, intentando comprender la cadena de eventos que me condujeron a mi situación actual, intentando determinar el momento exacto en que todo comenzó a irme mal.
Yesterday I spent most of the time in bed. I did not feel like getting up and just laid there and analyzed the past, trying to understand the linkage of events that lead me to my present condition, trying to determine the exact moment when it all started to go wrong for me.
8
Nunca me aclimaté a la infancia o a la adolescencia. Nunca pude arreglármelas para ser joven.
I never did get adjusted to childhood or to teenage years. I never could work out how to be young.
9
... ningún tipo de soledad es tan insoportable como la que uno siente en medio de la multitud.
...no type of loneliness is more excruciating than the one you feel in the middle of a crowd.
10
Sólo en el océano de la humanidad, con oleadas interminables de gente cayéndote encima, ¿quiénes son esos seres que se precipitan sobre tí? Rostros extraños, desconocidos, que nunca habías visto antes y no quieres volver a ver, que no tienen tiempo ni para tí ni para ellos. Tu existencia es para ellos tan insignificante y sin sentido como para tí la suya.
Si la "Rima del Viejo Marino" era "Agua, agua por doquier y ni una gota que beber", seguramente la "Rima del Viajero Moderno" debería ser: "Gente, gente por doquier y ningún alma a la que hablar."
Alone in the ocean of humanity, waves of people endlessly washing over you, who are these beings that rush past you? Strange, unfamiliar faces that you never saw before and you will never see again, they have no time for you and you have no time for them, your existence as meaningless and insignificant to them as theirs is to you.
If the Rime of the Ancient Mariner was "Water, water everywhere and not a drop to drink" then surely the Rime of the Modern Journeyer must be "People, people everywhere and not a soul to talk to."
11
Hoy mi vida brilla ante mí en todas sus numerosas facetas, en todas sus innumerables permutaciones, pero yo tan sólo estoy ahí, estupefacto, abrumado por las infinitas opciones que se me ofrecen. Yo no sabía qué hacer; no podía alcanzar y aferrarme siquiera a una posibilidad.
Today my life shimmered before me in all of its multitudinous facets, in all of its innumerable permutations but I just stood there dumbfounded, overwhelmed by the infinite choice offered to me. I knew not what to do, could not reach out and hold onto even one possibility.
12
Los pálidos brotes de la duda, han florecido ahora en las brillantes flores de la desesperación.
The pale buds of doubt have now blossomed into the bright flowers of despair.
Las Obras / The Works
1.- "ケイタイデンワロボとノート型パソコン少年"
Ilustración para la revista / Illustration for the Magazine'Da Vinci', 1996
2.- "Decidido por mí mismo / Decided by Myself"
Óleo sobre panel de madera / oil on wood panel, 103 x 147 cm., 1999
3.- "兵士 / Soldado / Soldier", 1996
4.- 2004
5.- 2004
"無題 / Sin título / Untitled", óleo sobre lienzo / oil on canvas, 130 x 194 cm., 2001
7.- "離乳 / Destete / Weaning", 2002
8.- "帰路 / Viaje de retorno / Return Journey", 2003
9.- "社長の傘の下 / Bajo el paraguas del Presidente / Under the Presindent's Umbrella", 1996
10.- "Un hombre ya no puede volar / A Man Can't Fly Anymore"
Óleo sobre lienzo / oil on canvas, 102,8 x 144,8 cm., 1996
11.- "文字 / Personaje / Character", 2003
12.- "体液 / Fluidos corporales / Body Fluids"
Acrílico y óleo sobre lienzo / acrylic and oil on canvas, 45,5 x 53 cm., 2004
Los autores / The Authors
Boris Glikman es escritor, poeta y filósofo. Sus mayores influencias en sus escritos son los sueños, Kafka, Borges y Dalí. Sus historias, poemas y artículos de no ficción han sido publicados en varios medios digitales e impresos.
«Escribir para mí es una actividad espiritual del más alto grado.
Escribir me proporciona el conducto hacia un mundo que resulta incalcanzable por otros medios; un mundo poblado por Verdades Eternas, Preguntas Inefables y Belleza Infinita.
Mi esperanza es que estas historias mías permitan al lector captar también un atisbo de ese universo.
Mi ambición de toda la vida es convertirme en un niño prodigio cuando crezca.
Tengo metas humildes: cambiar el tejido del espacio-tiempo en sí.
Mis hobbies en mi tiempo libre incluyen conducir mis propias investigaciones y hacer descubrimientos revolucionarios en los campos de las matemáticas, física, filosofía y literatura.
Por lo demás, llevo una vida tranquila y retraída.
No soy tan jóven como para saberlo todo, ni tan viejo como para saberlo mejor.
Estoy en esa edad en que tengo tiempo para todo, excepto para la paciencia.» B.G.
Boris Glikman is a writer, poet and philosopher. The biggest influences on his writing are dreams, Kafka, Borges and Dali. His stories, poems and non-fiction articles have been published in various e-zines and print publications.
«Writing for me is a spiritual activity of the highest degree.
Writing gives me the conduit to a world that is unreachable by any other means, a world that is populated by Eternal Truths, Ineffable Questions and Infinite Beauty.
It is my hope that these stories of mine will allow the reader to also catch a glimpse of this universe.
My life-long ambition is to become a child prodigy when I grow up.
I have but one humble aim - to change the very fabric of space-time itself.
My hobbies in my spare time include conducting my own research and making revolutionary discoveries in the fields of mathematics, physics, philosophy and literature.
Otherwise I lead a quiet and retiring life.
No longer young enough to know it all, not yet old enough to know better.
I'm at that age when I have time for everything except patience.» B.G.
________________________________________________________________________
Tetsuya Ishida fue un pintor japonés nacido en Yaizu, Shizuoka, en 1973, conocido por su retrato surrealista de la vida cotidiana japonesa. Se presume que se suicidó en 2005 a saltar de un tren.
Tetsuya Ishida was a Japanese painter born in Yaizu, Shizuoka (1973), best known for his surreal portrayal of an ordinary Japanese life. He presumably committed suicide in 2005 by jumping off a train.
Más sobre Boris Glikman en / More about Boris Glikman in:
Más sobre Boris Glikman en "El Hurgador" / More about Boris Glikman in this blog:
Más sobre Tetsuya Ishida en "El Hurgador" / More about Tetsuya Ishida in this blog:
Por último, les dejo el texto completo de "El Hallazgo" /
Finally, here you have the full text of "The Find".
El Hallazgo, por Boris Glikman
El hecho de cómo estos papeles llegaron a mi poder carece de importancia. Baste con decir que no hay argucias ni engaños involucrados en su adquisición.
Lo importante es la sorprendente mirada que me han ofrecido a otra vida. Leyendo esas palabras, me sentí como un ladrón, robando las sensaciones, experimentando misteriosamente algo que no es mío. Un diario, después de todo, es el lugar donde uno deja caer sus defensas y revela su yo interior.
Tantas veces, en esta metrópolis, me ha sido imposible ver una vida que valga la pena. Levantarme, correr al trabajo, correr de regreso a casa. Esta rutina era tan deshumanizadora como cualquier rutina, y yo fui parte de ella durante mucho tiempo. Mi existencia se había reducido a la de un autómata.
Pero esos papeles brillaron a través de la gris monotonía de mi vida como un solitario rayo dorado atravesando nubes prohibidas.
Allí estaban, tirados sobre el pavimento por fuera de un bloque de apartamentos, y yo regresaba a casa del trabajo. Empapados, estaban esperando a que el viento los llevara a su nueva morada.
Blancas y frágiles piezas sobre un fondo negro inerte: la escena guardaba un cierto parecido con un tablero de ajedrez gigante.
Permítanme compartir mi hallazgo con todos ustedes.
29 de Enero, 19--:
Algo muy peculiar me ocurrió mientras hacía mi paseo regular por la playa hoy temprano. Este evento fue tan inesperado e impactante que ni siquiera los Dioses del Destino podrían haberlo visto venir.
Para poder transmitir exactamente los pensamientos que empezaron a dar vueltas en mi mente, permítanme primero describir la escena que se fue develando ante mí.
Yo estaba sentado en un viejo banco de madera creca de un kiosco amarillo chillón para recobrar el aliento y estirar las piernas. El tiempo no presagiaba nada bueno. Por el oeste, el sol emitía sus últimos jadeos. Lo rojizo de su cuerpo se mezclaba incongruentemente con la negrura azul del océano.
A menudo he notado cómo otros caminantes, abrumados por la belleza del crepúsculo, disminuían su paso hasta detenerse por completo y observar el fuego del sol extinguirse por las frías aguas. Sin embargo, yo siempre he permanecido impasible ante el espectáculo.
Muy a menudo los sueños de juventud colapsan en un abismo excavado por metas no alcanzadas y ambiciones incumplidas. Unos pocos, al crecer, descubren sus talentos. Otros, sus mediocridades. A mí me ocurrió que mi vida entera hasta el momento presente ha sido una lucha contra la vulgaridad y la banalidad.
Y tenía miedo. Miedo por ese sentimiento de gris mediocridad que invadía mi auténtico ser. Me penetraba desde todos los ángulos, introduciéndose por todas las grietas de mis exiguas defensas.
Las suaves hojas de los jóvenes árboles cercanos, la luna nueva, todo parecía igual que siempre, pero yo sabía - sentía - con una certeza inmisericorde que jamás había experimentado algo así en mi vida, que había sido irreversiblemente cambiado por esta comprensión.
Mientras toda la demás gente de mi edad buscaba socializarse, terminar sus estudios y alcanzar futuros brillantes, yo mismo me enfrentaba a una lucha titánica contra un enemigo del que no podía huir, un enemigo del cual no había lugar donde esconderse.
Más que eso, tenía que enfrentarme a mis padres y decirles lo que me había ocurrido, ya que nunca antes había sentido una infelicidad tan intensa, implacable e inflexible.
Mi padre estaría allí, mirando las noticias vespertinas, como es habitual. Él, sin duda, ni siquiera miraría en mi dirección, sino que emitiría un grave gruñido de significado indeterminado cuando le diera la noticia. Madre es casi seguro que se pondría colorada. Histérica. Sí, eso es lo que haría.
11 de Febrero, 19--:
Ahora que lo peor ha pasado, puedo dar un gran suspiro de alivio, porque ya no hay nada a lo que deba temer, nunca más. Sólo aquellos que han visto sus más horribles pesadillas hacerse realidad, pueden haber sentido esa embriagadora sensación de libertad que ahora yo siento.
26 de Febrero, 19--:
He encontrado una forma a través de la cual reclamar mi identidad. Encontraré el significado de los patrones de las nubes en el cielo. Miraré al cielo durante todo el día y dibujaré la forma de cada nube en el cielo en el gran libro de bocetos que he comprado en el supermercado. Luego regresaré a casa a analizar los dibujos. A partir de este análisis, llegaré a leyes fundamentales que me permitan predecir la forma de las nubes en los días que vendrán.
Soy como una pelota de goma; ¡cuanto más fuerte me pegas, más alto me elevo!
15 de Marzo, 19--:
¡Un desastre devastador! Ayer, durante todo el día, las nubes iban siguiendo exactamente los patrones que predije para ellas. Y entonces, justo cuando lo estaba guardando todo para volver a casa, con un sentimiento de orgullo y satisfacción, esa pequeña nube blanca hinchada tuvo que aparecer en la esquina inferior derecha del cielo mirando hacia el mar. Mis leyes nunca predijeron la llegada de una nube de ese tamaño y forma, en ese momento y lugar. Ahora, por culpa de esa tonta nube enclenque, tengo que empezar todo de nuevo con mis formulaciones de las Leyes Cardinales del Movimiento de las Nubes en el Cielo.
17 de Abril, 19--:
Ayer pasé la mayor parte del tiempo en la cama. No tenía ganas de levantarme, y tan sólo estaba allí, acostado analizando el pasado, intentando comprender la cadena de eventos que me condujeron a mi situación actual, intentando determinar el momento exacto en que todo comenzó a irme mal.
Supongo que mi tragedia era que yo era muy joven cuando me di cuenta de la presencia de un impulso divino en mi alma. Con mis escasos años, el foco de mi atención no podía alejarse de la radiación que emana de mi mente.
Miré, intimidado e impotente, el maravilloso paisaje de mi mundo interno y la realidad perdió toda su realidad para mí. Yo me preguntaba cómo la gente podía estar inquieta y preocupada por esos acontecimientos externos monótonos, sin sentido, cuando el mundo de la mente era mucho más fascinante y apasionante.
Yo podía perderme durante horas interminables en mis contemplaciones, observando mi reflejo, intentando comprender el inexplicable y misterioso poder que puede emanar de los ojos en el espejo. ¿Qué estaban intentando decirme esos ojos?
Nunca me aclimaté a la infancia o a la adolescencia. Nunca pude arreglármelas para ser joven.
28 de Abril, 19--:
Hoy fui al centro de la ciudad tan sólo para al menos ver gente normal ocupada en actividades normales y experimentar algún contacto humano, no importa cuán fugaz o insustancial. En cambio, aprendí que ningún tipo de soledad es tan insoportable como la que uno siente en medio de la multitud.
Sólo en el océano de la humanidad, con oleadas interminables de gente cayéndote encima, ¿quiénes son esos seres que se precipitan sobre tí? Rostros extraños, desconocidos, que nunca habías visto antes y no quieres volver a ver, que no tienen tiempo ni para tí ni para ellos. Tu existencia es para ellos tan insignificante y sin sentido como para tí la suya.
Si la "Rima del Viejo Marino" era "Agua, agua por doquier y ni una gota que beber", seguramente la "Rima del Viajero Moderno" debería ser: "Gente, gente por doquier y ningún alma a la que hablar."
20 de Mayo, 19--:
Hoy mi vida brilla ante mí en todas sus numerosas facetas, en todas sus innumerables permutaciones, pero yo tan sólo estoy ahí, estupefacto, abrumado por las infinitas opciones que se me ofrecen. Yo no sabía qué hacer; no podía alcanzar y aferrarme siquiera a una posibilidad.
12 de Junio, 19--:
Todo el día lo he pasado pensando en una pesadilla persistente que tenía de niño; la de ser forzado a ser testigo del extraño e inhumano espectáculo de los números incrementándose uno a la vez.
Sin cesar se hacían más y más grandes, hasta alcanzar proporciones cada vez más horribles; cada vez más y más cerca del abismo abierto donde se halla esa monstruosidad, El Diablo del Infinito reinaba, en lo alto de su trono de fuego. En realidad nunca llegaba hasta él, pero siempre tenía a la vista su sonrisa lasciva, su lengua oscilando hacia ti, atormentándote con las maldiciones más viles, a salvo en su conocimiento de que un simple mortal como tú nunca podría asir su cuerpo.
Después de los amigables, familiares rostros del Uno, Dos y Tres, nuevas y extrañas entidades podrían aparecer, con rostos largos y hoscos. Ninguna persona jamás ha tenido que ver sus feos hocicos, pero ahí estaba yo, un niño pequeño, condenado a mirar de frente directo a los ojos de números tales como 15084307597502802380423797493720748038720734020, y sentir el odio que exhudaban.
Así como me atemorizaban esos números, en este mundo he sido condenado a mantener siempre al día su despiadada e inexorable progresión, como una columna infinita de hormigas soldado, sin fin, sin piedad.
¿No había escape de esta terrible experiencia? Un millón uno, un millón dos, un millón tres, sesenta y siete millones cuatro mil quinientos, sesenta y siete millones cuatro mil seis, por favor que alguien detenga esto, pero por desgracia este mundo no tenía la gracia salvadora de esa muerte que nos espera a todos en nuestra vida física.
Y el Demonio del Infinito sonreía con su sonrisa lasciva, observando esta procesión y mi sufrimiento desde lo alto de su trono de fuego, sabiendo muy bien lo inalcanzable que era en toda su gloria.
31 de Agosto, 19--:
Los pálidos brotes de la duda, han florecido ahora en las brillantes flores de la desesperación.
_______________________________________________________________________________
THE FIND, by Boris Glikman
How these papers came into my possession is of no importance. Suffice to say that no chicanery nor deceit were involved in their acquisition.
What is significant is the astounding glimpse that they have given me into another's life. Reading these words I felt like a robber, stealing someone else's sensations, uncannily experiencing that which is not mine. A diary, after all, is a place where one lets all his defenses down to reveal his inner self.
So many times in this metropolis I have failed to see life for what it is worth. Get up; run to work; run back home. This routine was as dehumanizing as torture, and I was a part of it for a long time. My existence was reduced to that of an automaton.
But these papers shone through the grey monotony of my life like a lonely golden ray breaks through the forbidding clouds.
There they were, lying on the pavement outside an apartment block, as I was returning home from work. Waterlogged: they were waiting for the wind to carry them into their new abode. White fragile pieces on a black inert background - the scene bore a certain resemblance to a giant chessboard.
The discontinuity of the following account is a result of the incompleteness of the source itself. Nonetheless, despite the gaps, a uniquely powerful atmosphere, almost like a zeitgeist, envelops one as these words are read.
Let me share my find with all of you.
20 January 19--:
Something very peculiar happened to me as I was taking my regular walk by the beach earlier today. This event was so unexpected and shocking that not even the Gods of Destiny would have seen it coming.
In order for me to convey exactly the thoughts that started to run through my mind, let me first give a description of the scene that was unfolding before me.
I was sitting on an old, wooden bench near a gaudily yellow kiosk to gain my breath and to rest my legs. The weather was ominous. In the west, the sun was taking in its final gasps. Its body's redness mixed incongruously with the blue-blackness of the ocean.
I often noticed how other walkers, overtaken by the beauty of a sunset, would slow down, come to a complete stop and watch the sun's fire being extinguished by the cool waters. Yet I have always been left unmoved by the spectacle.
So often the dreams of one's youth collapse into a chasm carved out by unrealized aims and unfulfilled ambitions. A few grow up and discover their talents. Others, their mediocrities. It occurred to me that my entire life up until the present moment has been a struggle against ordinariness and triteness.
And I was frightened. Frightened for I felt the grey mediocrity invading my very being. There it was penetrating me from all angles, filling in all the cracks exposed by my meager defenses.
The soft leaves of the nearby young trees, the waxing crescent - they all still looked the same, but I knew - I felt - with merciless certainty that I had never before experienced in life, that I have been irreversibly changed by this realization.
While all the other people of my age were looking forward to socializing, finishing school and bright future, I myself now had to face a titanic struggle with an enemy I could not flee from, an enemy from which there was no hiding place.
More than that, I had to face my parents and tell them what had happened to me, for never before had I felt such intense, relentless, unyielding unhappiness.
Father would be there, watching the evening news as usual. He doubtless would not even look in my direction but would just give out a low grunt of indeterminable meaning when told the news. Mother would almost certainly get all red. She'd go hysterical. Yes, that's what she'd do.
11 February 19--:
Now that the worst has happened I can take a big sigh of relief, for I have nothing to be afraid of, anymore. Only those who have had their most terrifying nightmares realized would have tasted this heady sensation of freedom that I am now feeling.
26 February 19--:
I have found a way through which I can reclaim my identity. I will find the significance of the cloud patterns in the sky. I will gaze at the sky all day long and draw the shape of every cloud in the sky in the big sketchbook that I purchased at the supermarket. I will then come home and analyze the drawings. From this analysis I'll come up with fundamental laws which will allow me to predict the shape of clouds in the days to come.
I'm like a rubber ball, the harder you hit me the higher I rise!
15 March 19--:
Devastating disaster! Yesterday, all day long the clouds were following exactly the patterns that I predicted for them. And then, just as I was about to pack up and go home, feeling satisfied and proud, this little puffy white cloud had to appear in the lower right hand corner of the sky, as one faces the sea. My laws never foretold the arrival of a cloud of that size and shape at that time and place. Now because of that dumb puny cloud I have to start all over again with my formulations of The Cardinal Laws of Motions of Clouds in the Sky.
17 April 19--:
Yesterday I spent most of the time in bed. I did not feel like getting up and just laid there and analyzed the past, trying to understand the linkage of events that lead me to my present condition, trying to determine the exact moment when it all started to go wrong for me.
I guess my tragedy was that I was too young when I realized the presence of divine impetus in my soul. With my slender years, my attention's focus could not get away from the radiance emanating from my mind.
I gazed, overawed and powerless, at the wondrous landscape of my inner world and reality lost all its reality for me. I used to wonder how people could be worried and concerned by the drab, meaningless external events when the world of the mind was so much more fascinating and enthralling.
I would lose myself for hours on end in my contemplations, staring at my reflection, trying to understand the inexplicable and mysterious power that would emanate from the eyes in the mirror. What were they trying to tell me, those eyes?
I never did get adjusted to childhood or to teenage years. I never could work out how to be young.
28 April 19--:
Today I went to the city center just so that I could at least see normal people engaging in normal activity and experience some human contact, no matter how fleeting or inconsequential. Instead I learned that no type of loneliness is more excruciating than the one you feel in the middle of a crowd.
Alone in the ocean of humanity, waves of people endlessly washing over you, who are these beings that rush past you? Strange, unfamiliar faces that you never saw before and you will never see again, they have no time for you and you have no time for them, your existence as meaningless and insignificant to them as theirs is to you.
If the Rime of the Ancient Mariner was "Water, water everywhere and not a drop to drink" then surely the Rime of the Modern Journeyer must be "People, people everywhere and not a soul to talk to."
20 May 19--:
Today my life shimmered before me in all of its multitudinous facets, in all of its innumerable permutations but I just stood there dumbfounded, overwhelmed by the infinite choice offered to me. I knew not what to do, could not reach out and hold onto even one possibility.
12 June 19--:
All day long I kept thinking of a persistent nightmare I had as a child, of being forced to witness the bizarre, inhuman spectacle of numbers increasing one at a time.
Ceaselessly they would grow larger and larger to ever-hideous proportions; coming closer and closer to the yawning abysm where that monstrosity, The Devil of Infinity reigned, atop his throne of fire. Never actually reaching him but always in sight of his leering grin, flickering his tongue at you, tormenting you with the vilest curses, safe in his knowledge that a mere mortal like you could never grasp his body.
After the friendly, familiar faces of One, Two and Three, strange new entities would appear, with long, surly faces. No person ever had to see their ugly mugs before but here I was, a small child, condemned to look straight in the eyes of numbers like 15084307597502802380423797493720748038720734020 and feel the hatred exuding from them.
How it made me frightened those numbers, in this world I was accursed to forever keep up with their merciless, inexorable progression, like an infinite column of army ants, without end, without pity.
Was there no escape from this ordeal? One million and one, one million and two, one million and three, sixty seven million four thousand and five, sixty seven million four thousand and six, please somebody stop this, but alas this world had no saving grace of death that awaits us all in our physical lives.
And the Devil of Infinity would grin his leering grin, observing this procession and my suffering from atop his throne of fire, knowing full well how unreachable he was in all his glory.
31 August 19--:
The pale buds of doubt have now blossomed into the bright flowers of despair.