La obra de Rumsey es oscura, como los tonos que utiliza para su expresión. Aquí les dejo una buena selección de sus creaciones, y no descarto más en el futuro ya que se trata de un artista con una larga y prolífica carrera. Textos en inglés al final del post, señalados con [*] en cada párrafo.
Ver tambien el post relacionado [Las referencias de Rumsey]
Rumsey's work is dark, like the tones he uses for its expression. Here is a good selection of his creations, and I do not rule to publish more in the future; he's an artist with a long and prolific career. Texts in English at the end of the post, marked with [*] in each paragraph.
Check out also the related post [Rumsey's references]
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Paul Rumsey
Paul trabajando / Paul at work
Paul Rumsey es un artista inglés nacido en Essex, que trabaja principalmente en carboncillo sobre papel, manejando más el tono que la línea.
Él se refiere a su obra como "realismo metafórico", utilizando metáforas visuales para retratar el mundo. Las imágenes son ambiguas, a menudo cómicas e inquietantes. Muchas de esas ideas provienen de sus sueños.
En su sitio web, Paul ofrece una larga descripción de su periplo artístico, desde los primeros trazos dibujando el abecedario en el colegio, hasta el momento actual, en el cual repasa sus vaivenes artísticos e influencias. Este texto me resulta sumamente interesante e instructivo, y recomiendo su lectura a quienes se las arreglen con el inglés. Acompaño la selección de obras con algunos pasajes del mismo, y complemento este post con otro en el que reviso un poco estas referencias. [1]
"Ciudad arrastrándose / Crawling City", carboncillo / charcoal, 38 x 44 cm., 1995
«Las cosas fueron mal desde la primera hora de mi primer día en la escuela. Nos dijeron que escribiéramos el abecedario. Escribí un par de "A" mayúsculas, me aburrí e instado por la forma, convertí el resto en una fila de barcos. Estuve dibujando felizmente hasta que noté a la maestra encima de mí. Ella dijo que a los bebés no se les podía confiar libros escolares agradables, así que iba a pasar el resto de la semana escribiendo con tiza en un trozo de pizarra. Sentado en una esquina, rascando con una tiza destruida, con las sonrisas irónicas de mis compañeros de clase, es la viva estampa de mis días de escuela. Desarrollé un profundo odio por la maestra y la escuela en general. Mi actitud fue la resistencia y el desafío. La contrariedad se convirtió en una cuestión de honor y se estableció como modelo. Mi trabajo en la escuela siguió siendo pobre, mientras que los dibujos mejoraron y se convirtieron en un terreno de éxitos. Siempre era de los últimos de la clase, pero ganaba los premios de arte infantil.» [2]
"Cabeza jaula / Cage Head", 37 x 55 cm., 2002
"Sueño de construcción / Building Dream"
«En casa no teníamos televisión, lo cual probablemente me animó a utilizar la imaginación y dibujar enteramente por mí mismo. En mi habitación tenía diez volúmenes de la Enciclopedia Infantil de Arthur Mee, de los años '30, con más de 7000 páginas ilustradas sobre mitos, cuentos de hadas, historia, animales, pintura y escultura... todas las maravillas del mundo. Pasé buena parte de mi infancia mirando esos libros y dibujando de ellos.» [3]
"Cabeza ramificada / Branching Head", 102 x 65 cm., 2002
Izq./ Left: "Cabeza estudio / Studio Head", 102 x 65 cm., 2002
Der./ Right: "Cabeza biblioteca / Library Head", 75 x 55 cm., 1999
"Bocas / Mouths", 39 x 66 cm., 1996
«A los diez años fui a clase y me encontré a los muchachos apiñados alrededor de una reproducción en color de "Las Tres Gracias" de Rubens. El profesor nos amonestó diciendo que se trataba de arte, no una indecencia, y que el cuerpo humano era una cosa hermosa. Le rogué a mis padres que me compraran un libro sobre Rubens y me compraron Recuerdos de Rubens, por Burckhardt, mi primer libro de arte, que aún conservo. Mis padres tenían una pintura de rosas de mi tío, el artista Albert Williams; así supe que una carrera en el arte era una posibilidad. Mi tío también me envió libros: Burne Jones, Watts, Tiziano, un libro sobre cómo dibujar la figura humana, y Slade, de 1907, con dibujos de estudiantes de Slade como Augustus John. Ellos habían creado proyectos para pintar composiciones de figuras grandes, temas realizados por Rubens. Me quedé impresionado por estos y estaba ansioso por llegar a la escuela de arte y hacer lo mismo. Comencé a cubrir la pared de mi dormitorio con grabados de arte, incluyendo la fantástica "St Jerome en un paisaje rocoso", de Patenier, y pasé mucho tiempo en la biblioteca pública Chelmsford, descubriendo a Blake, Durero, Bosch y Bruegel, y leyendo ciencia ficción y fantasía. Hice grandes dibujos a tinta ilustrando a Tolkien y Jabberwocky de Lewis Carroll, influenciado por Burne Jones, Rossetti, Beardsley y Ernst. Compré el libro sobre los simbolistas de Philippe Jullian"Soñadores de la decadencia" y fui a ver a Moreau y Redon en la exposición simbolista Hayward en 1972.» [4]
"La familia del Sátiro / Satyr Family", 75 x 55 cm., 2002
Izq./ Left: "Cabeza andamio / Scaffolding Head", 75 x 55 cm., 1998
Der./ Right: "Dos Cuerpocabezas / Two Bodyheads", 110 x 68 cm., 2003
«A los 16 comencé un curso básico en la Escuela de Arte Colchester, y me dejé el pelo largo. Descubrí algunos libros que se convertirían en importantes influencias formativas: los libros de artes gráficas Dover, que incluian dibujos de la Danza de la Muerte de Kubin, los Caprichos, los Desastres de la Guerra y los Disparates de Goya, y las Prisiones de Piranesi, y novelas, incluyendo la trilogía Titus de Mervyn Peake, Kafka, Auto de Fe de Elias Canetti cuyo protagonista es un bibliotecario loco que tiene que tiene que vaciar los estantes en su cabeza antes de irse a dormir. Esta novela y la historia de Borges "La biblioteca de Babel", de "Laberintos", fueron inspiraciones para mis dibujos "Cabeza-biblioteca".» [5]
"Autos / Cars", 55 x 75 cm., 2000
"Equidna / Echidna", 65 x 105 cm., 2002
«Mis tutores en Colchester desaprobaban las influencias sobre las que dibujaba. Ellos enseñaban que el arte sólo debe hacerse a partir de la observación, fresca y objetiva. Cuando llegó el momento de hacer un cuerpo de trabajo para solicitar un curso de licenciatura, me dijeron que nunca iba a llegar a ninguna parte haciendo cosas raras, así que empecé a trabajar de una manera más realista, influido por Lucian Freud y Spencer. Al final del curso básico gané el premio de viaje Munnings a Roma y 200 libras. Yo nunca había viajado antes, así que lo aproveché al máximo, manteniéndome fuera durante dos meses y medio y yendo a tantas galerías como era posible, dos semanas en Roma, luego vagar por el norte, por la Toscana y Umbría, haciendo autostop y durmiendo a la intemperie para hacer que el dinero durara. Visité el parque de los monstruos en Bomarzo y Siena, Asís, Urbino. Pasé semanas en Florencia y Venecia, y terminé en Austria en el Museo Kunsthistorisches de Viena, que tiene la mayoría de los mejores cuadros de Bruegel, y visité el Albertina para mirar los dibujos Alfred Kubin y Ernst Fuchs.» [6]
"Estrategas / Strategists", 40 x 69 cm., 1996
"Cabeza Abierta / Head Open", 39 x 66 cm., 1996
"Minotauro / Minotaur", 55 x 75 cm., 1998
«En 1978 había empezado los dibujos para una gran pintura mitológica: El desollamiento de Marsias. Empecé con el lienzo en 1980 y trabajé en él durante unos siete años. Nunca estuve satisfecho y cuando estaba más o menos acabado, lo borraba y volvía a empezar, moviendo las figuras constantemente. En 1983, la Real Academia celebró la exposición "Genios de Venecia", donde estaba el "Marsias" de Tiziano. Compré un ticket de temporada y pasé horas frente a la obra. Esta pintura y las dos "Diana" de Tiziano en Edimburgo están entre mis pinturas favoritas de todo el mundo. Destruí mi propia pintura en 1987. Diez años habían pasado desde que me fui de Chelsea. Mientras estaba trabajando en el cuadro grande, también estaba dibujando ideas en mis cuadernos, ideas de mi imaginación. Finalmente había cientos de ellas, de las que hacía dibujos pequeños y los pegaba en la pared de mi estudio; la pared "ideas". Empecé a desarrollarlas en grandes dibujos de criaturas híbridas, esqueletos retozando y arquitectura improbable.» [7]
"Titania y / and Bottom", 55 x 75 cm., 2000
"Lobo predicando / Wolf Preaching", 55 x 75 cm., 1998
«He llegado a ver la historia del arte, no como capas separadas de sedimentos o estratos, sino como un ser vivo, como un árbol que crece, con tallos que se entrelazan, vivo desde la raíz hasta la última ramita. Mi obra pertenece a la tradición de lo grotesco y lo fantástico. Es posible clasificar las distintas formas en que la realidad se distorsiona en este tipo de trabajo: la mezcla de formas, cambios de escala, elongaciones, compresiones y reversiones, un reflejo distorsionado que muestra el mundo bajo una luz diferente, una perspectiva diferente, el mundo re-imaginado en sueños, subjetivamente influenciado por el soñador. La palabra "grotesco" se deriva de "grutas", las cuevas, los palacios enterrados de Roma, donde los artistas del Renacimiento descubrieron la decoración fantástica romana. Adoptaron este estilo y se extendió por toda Europa. Los orígenes de lo grotesco se remontan a la antigüedad, las criaturas híbridas de la mitología, donde las formas de la naturaleza, animales, humanos y vegetales, incluso minerales, se mezclaban entre sí, algunas de los cuales aparecen en mis dibujos, incluidos los niños monstruosos de Equidna y Tifón: Cerbero, la Hidra, la Quimera y la Esfinge. Otra de sus raíces es la sátira clásica.» [8]
"Danza del zodíaco / Zodiac Dance", 65 x 105 cm., 2000
"Siete pecados / Seven Sins", 76 x 127 cm., 1994
«La tradición de lo grotesco está particularmente viva en los grabados. Lo fantástico es especialmente adecuado para el medio gráfico, y es posible hacer un seguimiento de casi toda su historia en aguafuertes, grabados y xilografías. Un excelente libro "El sueño despertando: la fantasía y lo surrealista en el arte gráfico 1450-1900" traza el progreso a través de la "Danza de la muerte" de Holbein, los grabados macabros de Urs Graf, los grabados de Callot, grabados alquímicos del siglo XVII, ilustración científica, médica y anatómica (adapté los diagramas de desarrollo embrionario de Ernst Haeckel para mi dibujo especies/género), emblemas, los grabados populares del mundo patas arriba, las cárceles de Piranesi (que influyen en mis fantasías arquitectónicas), Rowlandson, Gillray (a quien estudié para obtener orientación sobre cómo dibujar las caricaturas para dibujos como mis "Siete pecados"), Goya, Fuseli y Blake, y en el siglo XIX, con Grandville, Daumier, Meryon, Doré, dibujos de Victor Hugo y Redon. La tradición continúa con los simbolistas y Richard Dadd, Ensor y Kubin, a través del surrealismo, que reconoció a muchos de los artistas de la tradición grotesca y fantástica como sus precursores. Es a través de surrealismo que gran parte de este trabajo ha llegado a ser apreciado. En el siglo XX este tipo de imágenes han permeado la cultura, y se encuentra por todas partes, en las diversas formas de arte que incluyen: las instalaciones satíricas de Keinholz, los dibujos de A. Paul Weber, las caricaturas de Robert Crumb, las películas animadas de Jan Svankmajer, fotografías de Witkin, obras de teatro de Beckett, la ciencia ficción de Ballard, literatura fantástica como "El Golem" de Meyrink, "Malpertuis" de Jean Ray, el arte y los escritos de Bruno Schulz y Leonora Carrington, películas de Lynch, Cronenberg y Gilliam... todos son parte de una red de difusión de las conexiones, los tentáculos de ramificación de lo grotesco.» [9]
"Danza Macabra / Dance Macabre", 98 x 120 cm., 1992
«Esta es la tradición a la que pertenece mi trabajo, y cuando estoy dibujando soy consciente de hacer conexiones con todas las tendencias de esta tradición. Por ejemplo, cuando estaba trabajando en mis dibujos de esqueletos, me retrotraía, a través de las películas de zombis, a los miles de esqueletos animados en el arte, desde Posada y Kubin, atrás hacia el "Triunfo de la Muerte" de Bruegel, y más atrás a la escena de la nigromancia en "Farsalia" de Lucano desde el siglo I dC, una escena que influyó "Frankenstein" de Shelley, que a su vez influyó en la película de Romero de zombis "Día de los Muertos". Para mi dibujo temprano "Coches", apliqué los métodos de "animar lo inanimado" de Bosch al tráfico de Londres, después de leer Crash de Ballard. Me baso en la mitología, cuentos de hadas y la tradición, pero igualmente en la lectura de los periódicos y ver las noticias. Muchas de mis ideas provienen de sueños mientras estoy medio dormido. Algunas otras son nuevas, y algunas que he tenido en mente desde hace veinticinco años o más. Guardo un libro "lista de imágenes"; cientos de ideas, con sus fechas, y el origen y el desarrollo, para poder hacer referencia a cuadernos de bocetos pertinentes. Es un gran alivio finalmente plasmar en papel una idea que he tenido en mente desde hace años.» [10]
"Hombre Toro / Bull Man", carboncillo sobre cartulina / charcoal on card, 54 x 81 cm., 2014
Más imágenes e información sobre Paul / More images and information about Paul:
Imágenes publicadas con autorización del artista (¡Muchas gracias, Paul!)
Images published here with artist's permission (Thanks a lot, Paul!)
Traducción al inglés / English Translation
[1]
Paul Rumsey was born in Essex, England. He works in charcoal on paper, in tones rather than lines.
He calls his work 'metaphoric realism', he uses visual metaphors to portray the world. The image are ambiguous, often both comic and disturbing, many of the ideas coming from dreams.
On his website, Paul provides a long description of his artistic journey, from the first strokes drawing the alphabet at school, to date, which reviews its artistic comings and goings and influences. This text is extremely interesting and instructive for me, and I strongly recommend its reading. Here I accompany the selection of works with some passages from it, and complement this post with another one that reviewed some of these references.
[2]
«Things went wrong from the first hour of my first day at school. We were told to write our ABC. I wrote a couple of capital As, got bored and prompted by the shape turned the rest into a row of boats. I was drawing happily until I found the teacher standing over me. She said that babies couldn’t be trusted with nice school books, so I would spend the rest of the week writing with chalk on a piece of slate. Sitting in the corner, scratching away with the crumbling chalk, smirked at by my classmates, epitomised my school days. I developed a deep hatred for the teacher and for school in general. My attitude was resistance and defiance. Contrariness became a matter of honour and a pattern was set. My school work remained poor, while the drawings improved and became my one area of achievement. I was always bottom of the class but winning children’s art prizes.»
[3]
«At home we didn’t have a television, which probably encouraged me to use my imagination and draw to entertain myself. In my bedroom I had the ten volumes of Arthur Mee’s Children’s Encyclopaedia from the 1930s, over 7000 illustrated pages of myths, fairytales, history, animals, paintings and sculpture – all the wonders of the world. I spent a lot of my childhood looking at these books and drawing from them.»
[4]
«When I was ten I went into class and found the boys huddled around a colour reproduction of Rubens’ Three Graces. The teacher admonished us that this was art, not smut, and that the human body was a beautiful thing. I begged my parents for a book on Rubens and they bought me Recollections of Rubens, by Burckhardt, my first art book which I still have. My parents had a painting of roses by my uncle the artist Albert Williams, so I knew a career in art was a possibility. My uncle also sent me books: Burne Jones, Watts, Titian, a book on how to draw the human figure, and Slade from 1907, drawings by Slade students like Augustus John. They had been set projects to paint big figure compositions, subjects done by Rubens. I was impressed by these and was eager to get to art school and do the same. I began to cover my bedroom wall in art prints, including the fantastic St Jerome in a Rocky Landscape, by Patenier, and spent a lot of time in Chelmsford public library, discovering Blake, Durer, Bosch and Bruegel, and reading science fiction and fantasy. I did large ink drawings illustrating Tolkien and Lewis Carroll’s Jabberwocky, influenced by Burne Jones, Rossetti, Beardsley and Ernst. I bought the book on symbolists by Philippe Jullian Dreamers of Decadence and went to see the Moreaus and Redons at the Hayward Symbolist exhibition in 1972.»
[5]
«At sixteen I started the foundation course at Colchester School of Art and grew my hair long. I discovered some books which became important formative influences; the Dover books on graphic art including Alfred Kubin’s Dance of Death drawings, Goya’s Caprichos, Disasters of War and Disparates and Piranesi’s Prisons, and novels, including the Mervyn Peake ‘Titus’ trilogy, Kafka, Elias Canetti’s Auto-da-Fé whose protagonist is a mad librarian who has to unpack the shelves in his head before he sleeps. This novel and the Borges’ story, ‘The Library of Babel’, from Labyrinths were inspirations for my Library-head drawings.»
[6]
«My tutors at Colchester disapproved of the influences I drew upon. They taught that art should only be done from observation, cool and objective. When it was time to do a body of work to apply for a BA course, I was told I would never get anywhere doing the weird stuff, so I started to work in a more realist manner, influenced by Lucian Freud and Spencer. At the end of the foundation course I won the Munnings travel award to Rome and £200. I had never travelled before so I made the most of it, staying away for two and a half months and going to as many galleries as possible, two weeks in Rome, then wandering north through Tuscany and Umbria, hitching lifts and sleeping rough to make the money last. I visited the park of monsters at Bomarzo and Siena, Assisi, Urbino. I spent weeks in Florence and Venice, and ended up in Austria at the Kunsthistoriches Museum in Vienna, which has most of the best Bruegel paintings, and visited the Albertina to look at the Alfred Kubin and Ernst Fuchs drawings.»
[7]
«In 1978 I had begun drawings for a big mythological painting, The Flaying of Marsyas. I started on the canvas in 1980, and worked on it for about seven years. I was never satisfied and would more-or-less finish it and then scrub it out and start again, moving the figures about constantly. In 1983 the Royal Academy held the ‘Genius of Venice’ exhibition and Titian’s Marsyas was shown. I bought a season ticket and spent hours in front of it. This painting and the two ‘Diana’ Titians in Edinburgh are among my favourite paintings in the world. I destroyed my own painting in 1987. Ten years had slipped behind me since I left Chelsea. Whilst I was working on the large picture, I was also drawing ideas in my sketchbooks – ideas from my imagination. Eventually there were hundreds of these, from which I did small drawings and stuck them on the wall of my studio – the ‘ideas’ wall. I started to develop them into large drawings of hybrid creatures, cavorting skeletons and improbable architecture.»
[8]
«I came to see the history of art, not as separate layers of sediment or strata but as a living thing like a tree, growing with intertwining stems, alive from root to twig. My work belongs to the tradition of the grotesque and fantastic. It is possible to classify the various ways that reality is distorted in this kind of work: the mixing of forms, changes of scale, elongations, compressions and reversals, a distorted reflection which shows the world in a different light, a different perspective, the world re-imagined in a dream, subjectively influenced by the dreamer. The word ‘grotesque’ is derived from ‘grottos’, the caves, the buried palaces of Rome, where Renaissance artists discovered fantastical Roman decoration. They adopted this style and it spread throughout Europe. The origins of the grotesque lie in antiquity, the hybrid creatures of mythology, where the forms of nature, animal, human and vegetable even mineral, are mixed together, some of which feature in my drawings, including the monstrous children of Echidna and Typhon: Cerberus, Hydra, Chimaera and Sphinx. Another of its roots is classical satire.»
[9]
«The tradition of the grotesque is particularly alive in prints. The fantastic is especially suited to the graphic medium, and it is possible to track almost its entire history in etchings, engravings and woodcuts. A fine book The Waking Dream: Fantasy and the Surreal in graphic Art 1450-1900 charts this progress through Holbein’s Dance of Death, the macabre prints of Urs Graf, the engravings of Callot, seventeenth-century alchemical prints, scientific, medical and anatomical illustration (I adapted the embryonic development diagrams of Ernst Haeckel for my drawing Species/Gender), emblems, the topsy-turvy world popular prints, Piranesi’s Prisons (which influence my architectural fantasies), Rowlandson, Gillray (whom I studied for guidance on how to draw caricature for drawings like my Seven Sins), Goya, Fuseli and Blake, and into the nineteenth century with Grandville, Daumier, Meryon, Dore, Victor Hugo’s drawings and Redon. The tradition continues with the Symbolists and Richard Dadd, Ensor and Kubin, through to Surrealism, which recognised many of the artists of the grotesque and fantastic tradition as precursors. It is via Surrealism that much of this work has come to be appreciated. In the twentieth century this type of imagery has permeated culture, and is found everywhere, in diverse art forms including: the satiric installations of Keinholz, the drawings of A. Paul Weber, the cartoons of Robert Crumb, the animated films of Jan Svankmajer, photographs by Witkin, plays by Beckett, science fiction by Ballard, fantastic literature like Meyrink’s The Golem, Jean Ray’s Malpertuis, the art and writings of Bruno Schulz and Leonora Carrington, films by Lynch, Cronenberg and Gilliam; all are part of a spreading network of connections, the branching tentacles of the grotesque.»
[10]
«This is the tradition to which my work belongs, and when I am drawing I am aware of making connections with every strand of this tradition. For example, when I was working on my skeleton drawings I thought back, via zombie movies, to the thousands of animated skeletons in art, from Posada and Kubin back to Bruegel’s Triumph of Death, and back further to the scene of necromancy in Lucan’s Pharsalia from the first century CE, a scene that influenced Shelley’s Frankenstein, which in turn influenced Romero’s Day of the Dead zombie movie. For an early drawing Cars I applied the ‘animated inanimate’ methods of Bosch to London traffic, after reading Ballard’s Crash. I draw on mythology, fairytale and tradition, but equally from reading the papers and watching the news. Many of my ideas come from dreams while half asleep. Some of the ideas are new, some I have had in mind for twenty-five years or more. I keep a picture-list book, hundreds of ideas, with their dates, and origin and development, so I can refer back to relevant sketchbooks. It is a great relief finally to get on paper an idea I have had in mind for years.»